sábado, 2 de abril de 2011

Ya basta de preguntarle a Dios: -¿Porqué a mí?-. Desde ahora le diré: -Gracias-. Porque mientras más fuertes sean las pruebas, más confianza deposita El en mí y más fuerte me haré en El.

Johannys M. Rivera Otero

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